La Ley “Tax Cuts and Jobs Act” creó una gran incertidumbre en torno a las deducciones de comidas y entretenimiento. Recientemente, el IRS ha emitido una guía informal con respecto a las reglas, pero en algunos casos, esto no sería alguna razón de preocupación.
En general, el estado actual es que para la mayoría de las deducciones de comidas hay pequeños cambios. El único cambio importante, que es muy importante para las firmas de CPA, es que las comidas que se brindan para la conveniencia del empleador solo son deducibles en un 50%, en comparación con el 100% anterior, pero aun así existen algunas salvedades. Los cambios en las deducciones relacionadas con el entretenimiento son donde ocurrieron los cambios reales. En el pasado, los gastos de entretenimiento generalmente eran deducibles hasta un 50% para entretener a un cliente o contacto comercial. Ahora, estos ya no son deducibles, ni siquiera la comida y la bebida, a menos que se pueda separar fácilmente del costo total.
Una posible técnica de planificación para esta falta de deducibilidad es observar qué beneficio se deriva realmente del costo. Por ejemplo, si compra boletos para ir a un juego de béisbol con un cliente, no hay mucho espacio para considerar que no sea gasto de entretenimiento. Sin embargo, no todos los gastos son tan claros. ¿Qué sucede si usted paga un comercial para que su compañía se promueva en la Televisión en un evento deportivo y como parte del paquete, usted obtuvo 4 boletos para asistir al evento? ¿Estás pagando por el entretenimiento, la publicidad, o ambos? Claramente, tiene que haber algún costo aquí asignado al marketing y la publicidad. La clave para gran parte de esta planificación es la publicidad. Otro ejemplo no relacionado con el entretenimiento: usted “dona” dinero al equipo deportivo de su hijo. El equipo le informa que no son una organización sin fines de lucro y que usted no es elegible para una contribución caritativa. ¿Importa? ¿Qué pasa si el equipo le dice que a cambio de su “donación” pondrán el nombre de su empresa en el programa, el logotipo en su equipo y colgarán su banner en el campo? A todos nos gusta pensar que estos gastos se pagan únicamente con fines no comerciales, pero al final del día, muchas personas están pagando realmente por la publicidad.
La publicidad no debe verse como una “laguna” para sortear las nuevas leyes. Los contribuyentes deben preguntarse qué están pagando y luego clasificarse como tales. Es lo mismo que haría el IRS al revisar la deducibilidad de un gasto. Siempre que no esté claro, o si estas nuevas reglas han ocasionado costos adicionales a la forma de hacer negocios, debe hablar con su profesional de impuestos si está clasificando adecuadamente sus gastos y aplicando las reglas de manera adecuada.
